Estaba yo en la ermita de San Simón,
y cercáronme las olas, que grandes son.
¡Esperando yo a mi amigo!
¡Esperando yo a mi amigo!
Estando en la ermita ante el altar,
cercáronme las olas grandes del mar.
¡Esperando yo a mi amigo!
¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero ni remador:
moriré, hermosa, en el mar mayor.
¡Esperando yo a mi amigo!
¡Esperando yo a mi amigo!
No tengo barquero, ni sé remar:
moriré, hermosa, en el alto mar.
¡Esperando yo a mi amigo!
¡Esperando yo a mi amigo!